Este fin de semana, invitados por el Ayuntamiento de Rupea, una delegación del Ayuntamiento de Cariñena formada por Monika Mihaly, Adolfo Simón, Marco Antonio Campos y Sergio Ortiz ha viajado hasta el municipio rumano para devolver la visita que los representantes rumanos realizaron a Cariñena el pasado 21 de septiembre.
Origen del hermanamiento
El hermanamiento con Rupea surge a raíz de la presencia en Cariñena de varios vecinos originarios de esta ciudad. La comunidad rumana en Cariñena está compuesta por unas 865 personas sobre un censo total de 3591 personas, lo que representa un 24% de la población.
Esta circunstancia motivó que, en julio del año pasado, Monika Mihaly, concejala del Ayuntamiento de Cariñena, se reuniese en Rupea con el alcalde de la localidad rumana, Nicolae Bărdaş. Tras esta reunión el acuerdo quedó pendiente de la firma del documento de cooperación, firma que finalmente se produjo el 21 de septiembre de 2019 a raíz de la visita que una delegación rumana encabezada por su alcalde realizó a Cariñena en el contexto de la Fiesta de la Vendimia.
Recepción y programa de visitas
Tras realizar el viaje hasta Cluj el pasado jueves, la expedición cariñenense fue recibida el viernes por la mañana por el pleno del Ayuntamiento de Rupea en un acto que finalizó con el descubrimiento de una placa mural alusiva al hermanamiento en la fachada de la Casa de Cultura de la localidad. Por su parte la delegación cariñenense hizo entrega a sus homólogos rumanos de una placa de cerámica de Muel alusiva a este encuentro y unas botellas de vino mágnum de la variedad «Cariñena». Además, en este encuentro que tuvo lugar en el ayuntamiento de la localidad ambas partes convinieron trabajar para profundizar en los lazos de esta relación en cuestiones de intercambio económico y cultural.
A lo largo de su estancia en la localidad, la delegación cariñenense está teniendo la oportunidad de conocer el rico patrimonio cultural de la ciudad de Rupea (castillo de Rupea y liceo «St. O. Iosif») y de la región con visitas a las localidades de Poiana Brașov, Sighișoara o Brașov (castillo Bran e Iglesia negra). Programa de visitas que tuvo su momento cumbre ayer sábado con la imposición a la delegación cariñense de un colorido pañuelo conocido como «Cârpă de gât’‘ en la celebración del 50 aniversario de un baile popular que reunió a 750 personas para bailar al unísono esta pieza ataviados con el traje típico de la zona.
Además, las autoridades rumanas han organizado un completo programa de visitas a algunas de las empresas más representativas de la localidad con la intención de que la delegación cariñenense pueda obtener una imagen lo más completa posible del desarrollo de la ciudad y de la región.
Declaraciones de Sergio Ortiz
«Estamos muy contentos de poder devolver la visita que nuestros homólogos rumanos realizaron a Cariñena con motivo de la última Fiesta de la Vendimia» ha expresado Sergio Ortiz, que explica la fortaleza de los lazos entre ambas localidades «por la numerosa presencia de vecinos de Rupea en nuestra localidad«. «Esperamos que este hermanamiento nos permita desarrollar nuevos vínculos de índole económica, pero también cultural que impliquen a nuestro tejido empresarial y asociativo».
Nuevo impulso a los hermanamientos
Este nuevo impulso a los hermanamientos surge tras la invitación que Cariñena realizó a sus ciudades hermanadas en 2018 con motivo de la 52 Fiesta de la Vendimia de la Denominación de Origen Protegida (DOP) y que sirvió para retomar, afianzar y rendir homenaje a estos vínculos.
Por orden cronológico, la primera ciudad hermanada con Cariñena fue Almuñécar (1973); después lo haría con la francesa Saint Pierre D´Oléron (1984), Santurtzi (1994), Santa Brígida (1998), Spangenberg (2018) y el año pasado, con motivo de la Fiesta de la Vendimia, se sumaría a esta lista la ciudad rumana de Rupea (2019).