Manifiesto por el 8 de Marzo: Día Internacional de la Mujer

Manifiesto por el 8 de Marzo: Día Internacional de la Mujer

Hoy, 8 de marzo, nos unimos para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, una jornada de reivindicación, memoria y lucha. Esta fecha no es solo un recordatorio de los avances logrados, sino también un llamamiento a la acción para erradicar las desigualdades que aún persisten en nuestra sociedad.

A lo largo de la historia, las mujeres han desempeñado un papel fundamental en todos los ámbitos de la vida, pero muchas veces su contribución ha sido invisibilizada, menospreciada o ignorada. Desde los movimientos sufragistas hasta las actuales luchas feministas, las mujeres han demostrado una resistencia incansable en la conquista de derechos fundamentales como el voto, el acceso a la educación, la participación política y la igualdad en el ámbito laboral.

Sin embargo, a pesar de los avances, aún existen profundas brechas de género que limitan el desarrollo pleno de las mujeres y niñas en todo el mundo. La discriminación laboral, la precariedad en el empleo, la falta de corresponsabilidad en los cuidados, la violencia machista y la invisibilización del trabajo doméstico no remunerado son solo algunas de las barreras que debemos derribar.

1.-Igualdad en el ámbito laboral y económico

Las mujeres siguen enfrentando desigualdades en el mercado laboral. La brecha salarial de género, la segregación en ciertos sectores de empleo y el llamado «techo de cristal» impiden que muchas mujeres accedan a los mismos derechos y oportunidades que los hombres. En demasiados casos, las mujeres deben demostrar su valía constantemente, mientras que los hombres ocupan posiciones de liderazgo sin enfrentar los mismos obstáculos.

Además, la feminización de la pobreza es una realidad. Muchas mujeres se ven obligadas a aceptar empleos precarios, con bajos salarios y sin protección social. Las condiciones laborales deben garantizar igualdad de oportunidades, conciliación y corresponsabilidad, permitiendo que las mujeres no tengan que elegir entre su desarrollo profesional y su vida personal.

Por ello, exigimos políticas públicas efectivas que eliminen la brecha salarial, fomenten la igualdad de oportunidades en todos los sectores y garanticen derechos laborales dignos para todas.

2.-Erradicación de la violencia machista

La violencia de género sigue siendo una de las mayores lacras de nuestra sociedad. Cada año, miles de mujeres son asesinadas, agredidas, acosadas o sometidas a tratos degradantes por el simple hecho de ser mujeres. La violencia machista no solo se manifiesta en el ámbito doméstico, sino también en los espacios públicos, en el trabajo, en las redes sociales y en la política.

Es inaceptable que las mujeres continúen viviendo con miedo. Se necesitan medidas urgentes y eficaces para la prevención, protección y atención a las víctimas de violencia de género. La educación en igualdad desde edades tempranas es clave para erradicar los estereotipos de género y construir una sociedad libre de violencia.

Reclamamos el compromiso firme de las instituciones para garantizar recursos suficientes en la lucha contra la violencia machista, así como la aplicación efectiva de las leyes que protegen a las mujeres y castigan a los agresores.

3.-Corresponsabilidad y reparto equitativo de los cuidados

El trabajo de cuidados, tanto de menores como de personas dependientes, sigue recayendo mayoritariamente sobre las mujeres. Esta sobrecarga no remunerada tiene un impacto directo en su desarrollo personal y profesional. La falta de medidas de conciliación y la escasa implicación de los hombres en las tareas del hogar refuerzan una estructura social desigual.

Es imprescindible promover políticas que fomenten la corresponsabilidad, como permisos de paternidad y maternidad equitativos, horarios laborales flexibles y servicios públicos de cuidados accesibles y de calidad. Solo así lograremos una sociedad en la que hombres y mujeres compartan de manera justa las responsabilidades del hogar y la familia.

4.-Derecho a decidir sobre nuestros cuerpos

La autonomía de las mujeres sobre sus cuerpos es un derecho innegociable. Aún hoy, en muchos países se restringe el acceso a la salud sexual y reproductiva, y se imponen normas que limitan la libertad de las mujeres sobre su propia vida.

Exigimos que ninguna mujer sea criminalizada por tomar decisiones sobre su cuerpo y su futuro. El acceso a métodos anticonceptivos y la educación sexual integral deben estar garantizados en todas las sociedades.

5.-Participación y representación en la toma de decisiones

La presencia de mujeres en espacios de poder sigue siendo insuficiente. La política, la economía, la ciencia, la cultura y otros sectores continúan estando dominados por hombres. La igualdad de oportunidades en la toma de decisiones es fundamental para construir sociedades más justas y equitativas.

Reclamamos más mujeres en puestos de liderazgo, en los gobiernos, en los parlamentos, en las empresas y en todos los espacios donde se toman decisiones que afectan nuestras vidas. Es fundamental que las niñas crezcan viendo referentes femeninos en todos los ámbitos, para que comprendan que ellas también pueden ocupar esos espacios.

6.-Educación en igualdad y eliminación de estereotipos

La educación es la base del cambio. Desde la infancia, los niños y niñas aprenden roles de género que perpetúan la desigualdad. Es imprescindible una educación feminista que promueva la equidad, el respeto y la diversidad.

Los medios de comunicación y la publicidad también juegan un papel clave en la construcción de imaginarios colectivos. Es necesario acabar con los mensajes sexistas y promover una representación justa y realista de las mujeres en todos los ámbitos.

7.-Reconocimiento de la diversidad de las mujeres

El feminismo debe ser inclusivo y transversal. La lucha por la igualdad no puede dejar atrás a las mujeres racializadas, a las mujeres con discapacidad, a las mujeres trans, a las mujeres migrantes o a aquellas que sufren múltiples formas de discriminación.

La igualdad real solo será posible si todas las mujeres, sin excepción, tienen garantizados sus derechos y oportunidades. Es fundamental que nuestras reivindicaciones incluyan la interseccionalidad como eje central.

Conclusión: Un compromiso colectivo

El 8 de marzo es una fecha clave para recordar que la lucha por la igualdad de género es una responsabilidad de toda la sociedad. No podemos permitir retrocesos ni conformarnos con avances parciales. La igualdad debe ser real y efectiva, y para lograrla necesitamos el compromiso de instituciones, empresas, familias y personas a nivel individual.

Nosotras, como mujeres, seguiremos luchando. Pero esta lucha no nos corresponde solo a nosotras. Necesitamos el apoyo de toda la ciudadanía para construir un mundo libre de desigualdades, un mundo donde todas las mujeres puedan vivir con dignidad, libertad y sin miedo.

Este manifiesto es un llamamiento a la acción. Que el 8M no sea solo un día en el calendario, sino un recordatorio constante de que la igualdad debe estar presente en cada decisión que tomamos, en cada política que implementamos y en cada acto cotidiano.

Las mujeres hemos demostrado que somos imparables, que nuestra lucha no se detiene y que no aceptaremos ningún retroceso. Exigimos justicia para todas aquellas que han sido víctimas de la violencia, oportunidades para aquellas que han sido marginadas y reconocimiento para todas las que, con su trabajo y esfuerzo, han contribuido al desarrollo de nuestras sociedades.

La historia nos ha enseñado que ningún derecho ha sido concedido, sino conquistado con valentía y determinación. Por eso, hoy reafirmamos nuestro compromiso con la igualdad de oportunidades y con la erradicación de todas las formas de discriminación y violencia.

Hacemos un llamamiento a los gobiernos, a las empresas, a los centros educativos, a los medios de comunicación y a la sociedad en su conjunto: no basta con palabras y declaraciones. Necesitamos acciones concretas, leyes efectivas y recursos suficientes para garantizar que la igualdad no sea solo un ideal, sino una realidad palpable para todas.

Reivindicamos un futuro donde las mujeres sean protagonistas de sus propias vidas, donde ninguna niña crezca pensando que hay límites para sus sueños y donde la libertad, la justicia y la equidad sean derechos inquebrantables.

Por las que nos precedieron, por las que estamos hoy y por las que vendrán. Por la igualdad, la justicia y la dignidad.

Feliz 8 de marzo  a todos y todas!!!

2025-03-06T16:08:10+01:00 08/03/2025|Derechos, Noticias|

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