Hoy, Día de la Infancia, celebramos los avances conseguidos para mejorar nuestra vida, pero también es importante llamar la atención sobre la situación de los niños y niñas más desfavorecidos, dar a conocer los derechos de la infancia y concienciar a las personas de la importancia de trabajar día a día por su bienestar.
El Día Mundial de la Infancia se celebra el 20 de noviembre, coincidiendo con la fecha en la que la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración de los Derechos del Niño en 1959.
Esta declaración no era suficiente para proteger los derechos de la infancia, así que después de años de negociaciones con gobiernos de todo el mundo, líderes religiosos, ONGs, y otras instituciones, se logró acordar el texto final de la Convención sobre los Derechos del Niño, el 20 de noviembre de 1989, que es el tratado internacional más ratificado de la historia y cuyo cumplimiento es obligatorio para todos los países que lo han firmado, entre ellos, España.
Hoy, 20 de noviembre de 2023, queremos recordar a toda la ciudadanía que los niños y niñas somos el colectivo más vulnerable y, por tanto, el que más sufre las crisis y los problemas del mundo. Por eso, los niños y niñas debemos unirnos y luchar por los derechos de todos nosotros, y en esta ocasión, por tres en concreto:
- Asegurar la protección y el cuidado de los niños afectados por un conflicto
- Proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental
- Asegurar la aplicación de todos los derechos independientemente de la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional, étnico o social, la posición económica, los impedimentos físicos, el nacimiento o cualquier otra condición del niño, de sus padres o de sus representantes
Asegurar la protección y el cuidado de los niños afectados por un conflicto armado.
Además del conflicto en Israel y la Franja de Gaza y la invasión rusa a Ucrania, hay decenas de guerras en varios continentes que se están llevando a cabo ahora mismo.
Los niños y las niñas nunca inician las guerras y, sin embargo, son quienes se encuentran más expuestos a sus consecuencias. Se ven obligados con demasiada frecuencia a huir de sus hogares por la fuerza, a ser testigos de atrocidades o incluso a cometer ellos mismos crímenes de guerra.
Cientos de miles de menores de edad están atrapados en conflictos armados como soldados, sufren a causa de la violencia sexual, los malos tratos y la explotación, son asesinados, mutilados o se ven forzados a desplazarse.
¡Esto es inaceptable! Todos los niños y niñas tenemos derecho a vivir en paz y protegidos de todo daño.
Proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental
1 de cada 10 niños sufre acoso escolar o bullying.
Este maltrato físico o psicológico ejercido por parte de otros niños y niñas a través de actitudes como la represión, la discriminación, la homofobia, la violencia sexual o el castigo corporal, tiene efectos negativos en la salud física, el bienestar emocional y el rendimiento académico d ellos niños y niñas que lo sufren.
Por ello vemos muy importante que los centros educativos faciliten los mecanismos de denuncia y petición de ayuda, se fomente el empoderamiento de los niños y niñas para que todos nos sintamos responsables en la lucha contra el acoso escolar y se nos eduque en la asertividad, la empatía y el pensamiento crítico.
Asegurar la aplicación de todos los derechos independientemente de la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional, étnico o social, la posición económica, los impedimentos físicos, el nacimiento o cualquier otra condición del niño, de sus padres o de sus representantes legales.
La tasa de riesgo de pobreza y exclusión afecta a un 28,3 % de los niños y niñas en España, es decir, a 2,2 millones.
Un menor nivel de estudios de los progenitores está relacionado con situaciones de precariedad en el trabajo, bajos ingresos y mayor riesgo de pobreza y exclusión social en sus hijos e hijas. Además, los niños, niñas y adolescentes de origen inmigrante son más vulnerables.
Por tanto, pedimos que se pongan en marcha más medidas en el ámbito social y económico que protejan a estos colectivos y, sobre todo, exijimos un sistema educativo público, inclusivo e igualitario.
Los niños, niñas y adolescentes no solo somos el futuro, somos ciudadanos ahora, con preocupaciones y aspiraciones que deben ser resueltas hoy, no mañana.
Y por eso estamos aquí, para que se nos oiga y se nos escuche, por un pueblo y un mundo mejor.
En Cariñena, a 20 de noviembre de 2023