“La primera copa es para la sed,
la segunda es para la alegría,
la tercera copa es para el placer,
Y la cuarta, para la locura.”
Y así, con estos versos, daba comienzo la primera carrera de obstáculos celebrada en Cariñena el pasado 6 de octubre. Un evento único, una carrera que aunaba los mundos del vino y del deporte en una prueba que no iba a dejar indiferente a nadie. Había nacido Carae Warrior.
Trescientos participantes divididos en tres categorías
Trescientos participantes disputaron esta carrera divididos en tres categorías. Élite y amateur, que conformarían las tandas competitivas, y cuyo recorrido lo formaban 35 obstáculos repartidos a lo largo de 10 kilómetros. Y la categoría popular, con un recorrido de 6 kilómetros con un total de 30 obstáculos.
Un recorrido plagado de lugares singulares
Las salidas, organizadas en tandas de 30 corredores, se abrían paso por las calles de Cariñena en un recorrido que enamoró a los corredores. Tramos de asfalto, río y caminos, iban dando paso a todos los obstáculos que los participantes superarían a lo largo de su particular batalla.
Un trazado que discurría por varios puntos emblemáticos que aglutinaban varios obstáculos, donde el público también pudo disfrutar de la carrera. Lugares como la plaza de toros o dos de nuestras más bonitas bodegas, se llenaban de corredores trepando cuerdas, saltando toneles o volteando ruedas.
Y fue precisamente el paso de la carrera por la rampa de caracol de Bodegas Ignacio Marín bajo su espectacular bóveda, o las vistas de toda la ciudad de Cariñena desde la pirámide de toneles formada a las puertas de Bodegas Care, lo que le dio a la carrera ese punto diferenciador, reptar sobre uvas, correr entre viñedos, saltar, trepar o rodar toneles, fue la forma de introducir al corredor en la cultura vinícola de la zona.
Fue divertido, emocionante y sorprendente, pero para estos trescientos guerreros no resultó sencillo. Zanjas de barro, alambradas, muros, lanzamientos, equilibrios, cargas, suspensión y arrastres adornaban el camino.
Resultados
Como vencedores, en categoría élite femenina subieron al podio Nadine Zernott, Paloma Fernández y Melani García, mientras que la categoría élite masculina estuvo comandada por el intratable José María Resano, acompañado por Isaac Martínez y Ekaín Nogueira.
Colaboradores de la Carae Warrior
Un evento como este no hubiera sido posible sin el fundamental papel del Ayuntamiento de Cariñena, organizador de la carrera. Entidad que desde el primer momento creyó en este proyecto. También claves cada uno de los colaboradores: Ruta del Vino Campo de Cariñena, HMY, Comarca Campo de Cariñena, Ramón Serrano Servicios de Transporte, Cariñena Denominación de Origen, Asociación de Hostelería Cariñena, Entretenium Parques Infantiles, Construcciones Isiegas, Fedivalca, Fuencampo, Fontecabras, Seral, Marcet, Aniento, Publiactiva VyP, Atitlan, Cariñena en Ruta S.L., Talleres Torres, Los Carreteros y Andrés Álvarez Domingo Excavaciones y Servicios Eléctricos e hidráulicosTopholds. Mil gracias a todos ellos.
Cien voluntarios, el alma de esta carrera. Distintas asociaciones, jóvenes del instituto, personas que simplemente querían formar parte de todo esto. Gracias, de corazón.
OCR Aragón. Carreras de obstáculos
Y esta carrera, Carae Warrior, tiene un secreto que se llama “OCR Aragón. Carreras de obstáculos”, que a base de ilusión y trabajo ha conseguido el objetivo que se marcó, crear un evento diferente, único. Conseguir que gente de Aragón, Castilla la Mancha, Cataluña, Navarra o País Vasco visitara nuestra tierra, disfrutara de nuestra carrera y ya piense, con una sonrisa, en volver el próximo año.
Trescientos corredores con una cepa al hombro, un obstáculo llamado el sacacorchos, un ambiente excepcional, barro, vino, retos superados, compañerismo, diversión, caras de ilusión y satisfacción… Carae Warrior.